lunes, 28 de julio de 2025

Procrastinación

 

El tiempo avanza, no se detiene, no le importa si lo aprovechas o no, no escucha súplicas, siempre sigue hacia adelante

Considero que una habilidad indispensable del ser humano es su capacidad de adaptación, todo cambia, y debemos adaptarnos a dichos cambios, no sirve de nada mantenernos en los viejos hábitos porque las situaciones ya no son las mismas

Dentro de todo lo que he leído, escuchado y visto acerca de la productividad personal hay ciertos temas que rebotan en mi mente como las pelotas de la lotería, de un lado a otro sin asentarse

Uno de ellos es la constancia, y me cuesta mucho trabajo mantenerla, según recuerdo es por la motivación, que según escuché puede ser interna o externa, la interna es como un cerillo, rápida, efectiva, pero de muy corta duración, la externa, es la mejor, constante, la de hacer las cosas aún cuando no tienes ganas de hacerlas, y quizá es la más complicada de lograr, ya que es a base de hábitos

Otro de ellos es justamente la dirección, resuena mucho en mi cabeza la frase de «para un velero sin puerto, cualquier viento es bueno», he escuchado muchísimos videos donde enfatizan la importancia de las metas y aún más importante, los procesos, por lo que, en la actualidad, es tremendamente complicado darse un tiempo para meditar, para planear, para establecer las metas, estamos demasiado acostumbrados a la improvisación, a reaccionar a los hechos que suceden en el momento, y eso es contrario al consejo de tener una meta y establecer los procesos necesarios

Otro de los puntos importantes es justamente la parálisis por análisis, y me identifico mucho con ello, cuando se tiene tantas cosas en la mente por hacer que, mientras según se analiza, el cerebro lo ve como una amenaza y busca rutas de escape, la más habitual, la procrastinación, cuando se tiene 20-30-40 pendientes, el cerebro se asusta e inmediatamente busca y le da importancia a otras cosas con tal de no abordar las tareas, me suena mucho a esos raros momentos en los que de la nada dan ganas de ordenar el escritorio, la computadora, limpiar, leer, ver videos, todo con tal de no enfrentar todos los pendientes que se tienen por delante.

Justo aquí llega a mi mente el libro de Bryan Tracy «Tráguese ese sapo», porque habla justamente de cómo evitar que nuestro cerebro nos engañe y nos convenza de esquivar nuestros mayores retos, sí, a pesar de leerlo, cuesta aplicarlo, soy prueba viviente de ello.

En fin, esta publicación no es una solución, solo fue un reconocimiento de la situación actual, una reflexión de aceptación de un problema, un primer paso para poder encontrar un buen proceso para encontrar una solución.

Esta publicación continuará…

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